jueves, 31 de octubre de 2013

Proyecto Mamás: Verónica Pichetto

Con Vero nos conocimos hace años cuando, cada una por su lado, ingresaba a la familia de Mariano. Pegamos buena onda enseguida, pero nos fuimos conociendo con el tiempo: Vero es de esas personas a las que descubrirlas por completo, podría llevarte una vida entera: es una mezcla compleja y fascinante de delicadeza, aventura, ternura, comprensión, observación, ocurrencia, conocimiento, espiritualidad y mucho buen humor. Me es difícil resumir su esencia, pero sí puedo asegurar que cada vez que pasamos tiempo juntas (se nos ha dado la buena costumbre de recibir cada año nuevo en El Durazno, Córdoba, en el medio de la nada!), me modifica para mejor. Recuerdo gestos, palabras, consejos que ella no me quiso dar pero así tomé...y también está su relación con su hijo Mateo, que observo y a la cual le copio cosas como mamá: lo que más me gusta de la relación de Vero y Mateo es que son compañeros de aventuras, y definitivamente quiero eso para mí y para mis hijos. Les doy una exclusiva exclusivísima que ni mi familia sabe? Le propusimos a Vero ser la madrina de Gaspar y ella aceptó! Y me llena de alegría que sea parte tan importante de la vida del ninja más pequeño: así como Amadeo tiene a sus dos padrinos, Gaspar no necesita más que una madrina... fueron decisiones que no forzamos ni buscamos, sentímos que debían ser así, y naturalmente sucedieron. Pronto vamos a festejar que ahora, oficial y paganamente, somos familia!



Ser mamá…
En términos generales podría decir que
Ser madre es dar.
En esta relación las madres no se cansan de dar, porque nos llenamos al dar
Porque dar nos da más.
Y qué damos? , damos vida porque el tiempo es vida, esfuerzo, experiencias…nos damos a nosotras mismas,
Lo más increíble y maravilloso en este proceso de dar es reconocerte en tu hijo, en su forma de opinar, en la forma en que se relaciona con otros, en sus gestos, en los análisis y opiniones, cómo actúa con los demás.
Me sentí muy orgullosa cuando la maestra de mi hijo Mateo, me comentó de un conflicto que habían tenido los varones del grado y cómo él  tomó una postura distinta  ante las burlas de los chicos hacia un compañero, yo no se si a la edad de él hubiera tenido el valor de hacerlo, pero sí me doy cuenta que pude transmitirle lo que aprendí en base a mi experiencia y ese día me dije, estoy haciendo las cosas bien.
Por eso debemos ser cuidadosos cuando damos opiniones, tuve el infortunio de escuchar madres haciendo comentarios sobre el color  de la piel de los chicos y realmente me sentí muy triste. Como padres tenemos que ser conscientes que somos los primeros formadores de opinión en nuestros hijos. Muchas veces los chicos son crueles en el aula, discriminando por ser pobre, por color de piel, por condiciones físicas, por elecciones sexuales etc. Como padres somos responsables de comunicar bien, de tener una mirada inclusiva para poder transmitirles a nuestros hijos que vivimos en una comunidad en que todos podemos tener las mismas oportunidades, sin importar ninguna condición.
      Mi deseo es que al darle a nuestros hijos lo mejor de nosotros podamos construir una sociedad mejor 
      con lugar para todos.

Gracias, Vero!
Foto Verónica Pichetto

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