lunes, 14 de octubre de 2013

Nuestro finde largo de contracturas cervicales, música en el bosque y hamacas que todavía no termina (según mi cámara)

Primero, lo primero: Un retrato de mis hijos, una vez por semana



El sábado fué un perfecto ejemplo y recordatorio de que un día que arranca mal, puede darse vuelta para bien: todos los sábados al mediodía voy al masajista por, bueno, motivos obvios: dos pequeños ninjas a los que hay que cambiarles pañales y se despiertan toda la noche, simplemente me están destrozando la espalda y la cervical! Pero este sábado no encontré a nadie que los pudiera cuidar un ratito (Mariano trabaja los sábados hasta pasado el mediodía) y el cuerpo y el cansancio me pasaron factura... cuando Mariano llegó, me encontró llorando en la cocina... es que este agotamiento me quiebra: sé que esta etapa de tener dos nenes chiquitos en casa va a pasar más rápido de lo que en realidad quiero, pero transitarlo es difícil. Mariano se quedó con los nenes y yo me fuí a llorar a nuestra habitacíon un ratito, necesitaba descargarme. Con las palabras dulces de Mariano, su apoyo, sus mimos y la promesa de salir de casa en un rato, el mal momento pasó. A veces simplemente hay que dajarlo salir para que se vaya, no?

Fuimos al FIFBA ( Festival de folklore internacional), que se realizó en los bosques de La Plata, y aunque nunca antes había escuchado de él, ya va por su quinta edición. Con mi amiga Natalia, comentábamos qué difícil es enterarse a tiempo de los eventos más interesantes, pareciera que los publicitan poco y nada para que no te enteres o se enteren sólo unos pocos... pero llegamos y la pasamos genial!

Donde hay festivales al aire libre, hay hippies y donde hay hippies, hay cosas ricas para comprar y comer! jaja
Pero para Gaspar, la mejor merienda casera la sigo teniendo yo, jaja!
Había varios escenarios, clases de zapateo, talleres de artesanías para chicos, puestos de comida... vimos y escuchamos a artistas de Uruguay y Colombia: sonidos para bailar, palabras de nuestros vecinos para no sentirnos solos en esta tierra compartida...
No es fácil entretener a un ninja durante tantas horas de festival... por suerte, dentro del mismo predio había una kermese y una plaza para hacer un descanso...


En la plaza se raspó un dedito e hizo un escándalo tan grande diciendo "Necesito una venda!!!" que lo llevamos al puesto de enfermería del festival donde un médico muerto de risa le improvisó una venda con una gasa y cinta!

Si bien estuvo buenísimo escuchar y conocer tantos artistas nuevos, fuimos especialmente para escuchar a "Los cocineros", una banda cordobesa que nos encanta desde hace años...

Y se armó el bailongo con los animales del bosque! (a esta foto la tomé prestada de la página del festival)
El cartel del árbol dice "siestario" y Gaspar se lo tomó muy en serio!
Y justo cuando empezaba a anochecer y la fiesta se ponía más buena, bueno, tuvimos que volvernos... la noche en el bosque no es amiga de dos niños facilmente resfriables...

Pero seguimos la fiesta en casa! Antes de dormir, charlamos, cantamos y nos reímos hasta que... yo me quedo dormida!



El domingo fuimos a la plaza y sucedió algo trascendental: Amadeo le perdió el miedo a sentarse en las hamacas! Sucedió naturalmente, como si nada... y gritaba "Me encanta, me encanta!!!"
Su cara de alegría y orgullo me encanta a mí! Gaspar, el coyita más lindo de la plaza!
Y en una óptica del súper, saldé una deuda pendiente: comprarle a mi ninja sus primeros lentes de sol: tiene ojitos sensibles y como me dijo la chica del local, nunca es demasiado temprano, ni tarde, para empezar a cuidar la vista. Además, le quedan increíbles: es como tener tu propio "Blues Brother" en casa!
Este finde por suerte no termina, en un ratito nos vamos de picnic... en tu cara, contractura cervical!

Que tengan una hermosa semana y no se olviden que los martes y jueves sigue el "Proyecto Mamás" en el blog! no se lo pierdan!

Fotos Gaby Morales

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