Un niño ninja cumple diez meses...

Amadeo, hoy cumplís diez meses y me parece mentira como cambiaste mi vida por completo en tan poco tiempo. Para vos no debe ser tan fácil tenerme como mamá; soportás que te abrigue demasiado, que desafine cuando te canto, que te torture con el sacamocos, que me oponga a las gaseosas...
En estos diez meses ya pasamos varias cosas juntos: la llegada de los primeros dientes (siguen llegando parientes!), la primer comida, tu primera noche solito en tu habitación, tu primer fiebre y tu primer resfrío... y la primera vez que lloré frente a un médico (cuando te diagnosticaron falsamente bronquiolitis... médicos de guardia!). Para ser honesta, la primera vez que llegamos juntos a casa, después de un primer momento de alegría y euforia, me invadió un miedo enorme, pensé " Y por qué me dieron a mi este bebé? Dónde están las enfermeras? Qué sé yo de cuidar a un bebé recién nacido?" Pero desde entonces, vos y yo estamos aprendiendo. Aprendimos a tomarnos el tiempo para mirarnos y entendernos. Nos conocemos de toda la vida y la verdad, aunque difícil, se pone cada día mejor. Te reís a carcajadas y el mundo se detiene, se vuelve un lugar donde es primavera todos los días. Jugamos, nos escondemos, nos perseguimos y te volvés a reir, y la casa se llena de una música que antes no existía.
Sé que te lo digo todo el tiempo pero no tengo miedo de ser reiterativa ni cursi: te amo, hijo.
Vos y yo, Amadeo... no lo estamos haciendo nada mal, no?


Foto Gaby Morales