Nuestro finde (según mi cámara)

Por lo general tomo como comienzo del finde el viernes, pero este finde comenzó el sábado... cuando empezó a aflojar el dolor de cintura que casi no me dejó mover el viernes (cuántos años tengo? buuuuu!). Supongo que cierto niño ñinja de doce kilos que se despierta cuatro veces de noche y exige ser levantado de su cuna tiene algo que ver...

En fin, el sábado empecé a sentirme mucho mejor (gracias, medicinas!) y como siempre que empiezan los días lindos, Jaru reclama atención y juegos... pero esta temporaada es diferente, no es la única... así que le compré un juguete que la mantuvo bastante entretenida: ambas amamos las burbujas! Ella las mira un rato, como si estuviera estudiando detenidamente a su adversario, y después arremete contra ellas!

Amadeo estuvo haciendo arte... es una sorpresita que vamos a develar más adelante, huajaja!

                              

Degustación 1: en el cumple de Juli, nuestra primita, Amadeo descubrió el mundo de los cumpleaños y salones infantiles. Por supuesto, descubrió los chicitos!

Paola y Roberto, los padres de Juli y las personas más fuertes que conozco. A mitad de año perdieron a su bebito Santino de casi cuatro meses, y hoy luchan y logran seguir adelante. La vida, ante todo. Los quiero, los admiro y sigo siempre a su lado.

Participamos de los juegos y todo! Amadeo miraba alrededor como diciendo "soy un nene más!".

El trío "Los Panchos". Hermosa familia.

Juli se toma esto de posar frente a la cámara muy en serio.

Degustación 2: sanguchitos de miga, uno de sus platos favoritos.

Los abuelos, jugando y cantando... ya se saben las canciones del sapo Pepe y Topa, mejor que yo.

Gracias a Amadeo, voy redescubriendo el universo de disfrute de los chicos... ser felíz bailando en el piso, con los rulos fuera de control... en qué momento nos volvemos adultos y nos olvidamos de esto?

Los hinchas de River alientan a su equipo (y se alientan entre sí)

Vamos practicando pasitos...

Las dos blancanieves de la fiesta

Después de seguirles el tren a los pequeños, se necesita un descanso...

"Las Primas" jeje

Qué buena la calidad de esas sillitas y qué resistentes!

Mientras Amadeo estaba súper entretenido, ya casi para el final de la fiesta, Mariano y yo aprovechamos el momento para dejarlo al cuidado de los abuelos y huir para tener una cita romántica...

Fuimos a Palermo, a una parrilla antigua llamada "Lo de Jesús", El ambiente es muy tranquilo e íntimo y pudimos charlar un montón y comer sin juntar cosas del piso...

Compatrimos un postre y salimos a caminar... en las callecitas de Palermo Soho traté de pensar que caminaba por el Soho Newyorquino, y salvando las distancias, encontré felices similitudes y lugares adonde quiero volver a cenar o tomar algo con Mariano. Aunque no suene a mucho tiempo, las tres horas que nos tomamos para nosotros pareció mucho más, necesitábamos ese tiempo para "noviar" otra vez... lo gracioso de andar de novios, casados y con un bebé, es que a cada rato aparecía el niño en nuestra conversación con anécdotas divertidas tipo " te acordás cuando Amadeo tal cosa?" y si, aunque nos tomemos un ratito para la pareja, ahora somos tres todo el tiempo.Nos propusimos salir solos a tener una velada romántica por lo menos una vez al mes.

El domingo fuimos a Uribelarrea, un pueblito muy cerca de Cañuelas donde la escuela agropecuaria saleciana del lugar organiza anualmente un mega asado para casi tres mil personas.

Simplemente fue el asado más rico que comí (queridos asadores de mi vida, no se enojen, por favor!)

Además fue nuestra oportunidad de pasar una tarde con la familia de mi cuñada Paula, gente adorable si las hay...

Así llega la comida a los distintos sectores del campo para que no se enfríe, en la semana lo cuento mejor en su propio post, porque semejante organización merece un capítulo aparte.

Nada de cortarle la carne a un pequeño ninja, él puede solo!

                                          

Después de la comilona, a descansar...

Nada mejor que una siesta bajo los árboles...

Y después del cambio de pañales, a merendar!

Fotos Gaby Morales y Mariano Nesi