1 año, 365 días, 8.760 horas, 525.600 minutos...

Juntos.

Mañana cumplís un año, Amadeo. Y viene a mi mente (y a mi corazón) el momento en el que tu papá y yo decidimos que estábamos listos, que era el momento de buscarte... gracias por acudir tan rápido a nuestro llamado! Te deseábamos con todo el corazón y con el tiempo me fui dando cuenta de que vos también querías venir... te imagino sentadito sobre un tronco, con los piecitos mojándose en un arroyo fresquito y con tu montoncito de sueños atados a una ramita, cual Chavo del ocho, esperando que estos dos paparulos se decidieran... ya no había más excusas ni dudas: Tenías que venir.

De todo lo que aprendí en este año, que es abrumadoramente mucho, entiendo que lo más importante es perseguir tu alegría. Siento que conozco el amor desde adentro, de una manera que antes no podía imaginarme... y así también conocí un dolor al que voy aprendiendo a contener: el miedo a que me faltes. Digo que voy aprendiendo a contener mis miedos porque me ayudaste a ver que siempre, ante todo, elijo la vida y por sobre todas las cosas, llevo tu sonrisa como estandarte adonde quiera que vaya.

Felíz cumpleaños, hijo. Es mucho más que una frase y un deseo, es agradecimiento absoluto, es mirar al futuro con ojos esperanzados. Sabés? A veces añoro esos días de ositos y batitas pero secretamente, no puedo esperar a vivir nuestras próximas aventuras...Te miro reirte a carcajadas, te veo acariciar con cuidado las hojas de los árboles, siento tus primeros abrazos, recibo tus primeros besos, escucho tus primeras sílabas, entiendo tus primeros mensajes y te descubro tan dulce, tan alegre, tan niñito...creo que queda claro que soy tu fan númeo uno, pero también soy el límite contra el cual que ya empezaste a chocarte y espero que entiendas que eso me convierte también en tu abrigo. Hoy es, además, nuestro cumpleaños como familia y no puedo dejar de pensar en el hombre que lo hizo posible, el hombre que se tomó muy en serio el trabajo de buscar su momento para desearte, para buscarte, para recibirte y para absolutamente todo lo demás que fué llegando.

Mañana vamos a llenar la casa (de tus tíos) de gente que te quiere, y vas a tener que perdonarnos, pero les pedimos a todos que nadie te regale cosas nuevas; pueden regalarte un juguete, ropa o un libro usado en buen estado... tu papi y yo queremos que aprendas desde tu primer velita que lo importante en días como mañana es compartir el amor que nos rodea, y algo me dice que ya lo sabés. Felíz cumple, bebote... ya me estoy poniendo más glucosa que de costumbre (decir empalagosa me va pareciendo poco). Qué te parece? Tenemos una cita? 

Foto Gaby Morales