Y me siento muy identificada, creo que, al menos en mi caso, confundo esto con cariño, me parece un gesto afectuoso halagarlas y hacerlas sentir bien, pero la autora, Lisa Bloom, propone una idea diferente: cambiar el tema de conversación, destacar su intelecto, sus experiencias, sus gustos: en lugar de decirles "qué hermoso pelo" podemos preguntar: Te gusta leer? Cuál es tu cuento favorito? Cómo pasate este verano? Nadaste? Alguna vez viajaste a un lugar muy lejos? Cuál es tu comida favorita? Cuál es tu peli favorita? Alguna vez fuiste al cine? Sabés algún chiste? etc... la idea es no recurrir al aspecto físico para romper el hielo en una conversación. Tal vez la niña en cuestión esté un poco retiscente a contestar al principio, pero es sólo la falta de costumbre, es importante mostrarles cómo habla y qué pregunta una mujer que piensa. Y las respuestas pueden abrir un campo completamente nuevo a la conversación, haciéndola más estimulante y mucho más interesante que hablar de trenzas...
Cambiar el tema de conversación con una nena parece algo muy pequeño pero puede provocar grandes cambios... qué opinan? No sería genial mantener conversaciones con niñas donde realmente nos interese saber sobre ellas, lo que sienten, sus gustos, etc, más allá de sus vestiditos rosas? Yo ya lo empiezo a implementar!
Fotos: Gaby Morales
Vía A Cup of Jo
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Una beba rockstar y todo terreno!
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