Quién no intentó de chico pasar el dedo con saliva sobre un vaso de vidrio común y corriente, esperando sacar un sonido mágico? Este dúo de músicos polacos hace el sueño realidad y con una de las melodías más encantadoras que existen ("El hada del Azúcar"de El Cascanueces, de Tchaikovsky). Para seguir entrando en clima de Navidad...
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