Hermann y Candela son argentinos, se conocieron en u infancia y en su adolescencia se pusieron de novios: en ese momento empezaron a soñar con viajar y recorrer el mundo y unos años espués empezaron a hacer su sueño realidad con un viaje de seis meses para unir nuesrta Argentina con Alaska a bordo de un auto antiguo (modelo 1928 y con ruedas de madera!), ya que siguieron el consejo del abuelo de Herman: "Para llegar lejos, hay que ir bien despacio" y vaya si lo siguieron bien porque el auto no supera los 60 kms por hora! Cuando llegaron a Alaska, este mecánico y esta secretaria, decidieron que habían llegado demasiado lejos como para parar, y siguieron rodando: tantto, que ya llevan 13 años e viaje, más de 55 países recorridos y... cuatro hijos! Sus niños, Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby nacieron en distintas pares del mundo y siguen un programa de educación "en casa" online. Si bien su casa es su auto, y sólo cargan una carpa, ropa, bolsas de dormir y comida, imprimen las lecciones pero no usan libros de textos... para eso está el mundo, de que paisajes o culturas les van a hablar?
“Que un niño crezca viendo el mundo en el mismo mundo, que aprenda idiomas en el lugar en el que los hablan, que sea recibido en la casa de un pescador, un campesino, un rico, un pobre, un Amish, un protestante, un judío, un musulmán, y si alguien les dice que se cuiden de ellos, que ellos puedan decir que estuvieron en su casa”. Ésa es la definición de la educación que los Zapp quieren para sus hijos.
“La gente sigue siendo lo mejor y la mejor sorpresa de nuestro viaje. Es increíble, hoy en día ya somos seis en la familia y la gente nos recibe igual en sus casas y comparte con nosotros su mayor fortuna: su familia y su hogar”, explica Herman.
Sobre su aventura por el continente americano, que iba a durar seis meses y se alargó hasta cuatro años, Candela y Herman escribieron un libro: Atrapa tu sueño, que acaba de lanzar en España la librería Altair y crearon una web desde la que narran sus lances. Gracias a la venta de ejemplares consiguen parte de la financiación de su viaje que, aseguran, no es mucho más caro que la vida en una casa normal ya que “en el coche no hay que pagar luz, ni gas, ni impuestos”.
Qué les parece esta historia real? Me dan ganas de armar una mochila y partir con Mariano y nuestros ninjas adonde nos lleve el camino. Estamos extrañando tanto viajar! Mientras tanto, y aunque no me atrevería a vivir en la ruta, reafirmo que no hay mejor experiencia para todos, grandes y chicos, que viajar en familia, porque así se viven las mejores aventuras!
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| Todo empieza con un sueño de a dos, no? |
Que tengan un finde adorable, con viajes y aventuras!
Gracias Vane Ocampo por pasarme este link!
Les dejo otra historia real de una familia que cumplió su sueño de vivir en París y recorrer Europa:
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