miércoles, 31 de julio de 2013

Recursos Humanos



 El año pasado, cuando estábamos por viajar a Costa Rica, sabíamos que a la vuelta nos íbamos a encontrar
con un panorama diferente: la empresa familiar donde Mariano había trabajado durante diez años, cerraba sus puertas. Otro viaje buenísimo, un bebé ninja más y un año después, esa situación laboral no cambió mucho: Mariano probó otros proyectos, pero las cosas simplemente no se dieron como esperaba y está nuevamente en la búsqueda (el mercado audiovisual, que es la carrera que estudió, parece estar muy cerrado en este momento); Si hay algo que me gusta de él, es su capacidad para aprender cosas nuevas todo el tiempo, así que creo acertada su decisión de probar otros rubros, y esta semana comunicó su búsqueda por Facebook, por si algún amigo/a tenía alguna data: desde entonces, le pidieron varios currículums; ojalá aparezca algo interesante pronto, y como nunca se sabe de dónde puede venir una buena oportunidad, también se los cuento a ustedes (y también confío en que, ahora que Gaspar está 100% bien de salud, se nos dé lo del "pan bajo el brazo", jaja)
 Me encontré pensando en esto del trabajo y me dí cuenta de lo afortunada que soy, más allá de las enormes dificultades que presenta hoy en día la docencia, de trabajar de lo que me gusta, y de que el sistema educativo proteja tanto a las mamás recientes con licencias extendidas... es algo de lo que no me voy a quejar nunca... también pensába en lo difícil que parece ser decir "estoy buscando trabajo" cuando no debería serlo, porque en la búsqueda se ofrece el tiempo, el compromiso, el conocimiento y la experiencia de una persona...y  me di cuenta de que cuando alguien busca trabajo, necesita el doble o el triple de contención que de costumbre, porque se sienten mucho más expuestos y vulnerables, como si estuvieras dando un exámen constatemente y esperando los resultados...
Sólo espero que no lo llamen de ningún trabajo donde estén involucradas modelos en ropa interior, ese sería mi único veto. Por todo lo demás, que el trabajo venga por nuevos rumbos, y si es algo diferente a lo que hizo antes e inesperado, aún mejor, que cada tanto los zacudones, esos que te cambian las estructuras, están buenísimos y son necesarios, no? (Tal vez Mariano diría que no, jaja!)

Foto Gaby Morales

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