La primer foto es de Amadeo, en uno de sus primeros baños, con un
toallón súper tierno que alguien nos regaló. 32 meses después, lo sigue
usando y yo ya le tomé muchísimo cariño (si, hablo de querer a un toallón. Si, sé que no soy del todo normal! jeje) así que mientras no se desintegre por el uso, lo voy a seguir usando como medida del crecimiento de mi ninja. Y ya estoy buscando con qué retratar a Gaspar mientras pasan los meses (pueden creer que ya tuve que descartar dos tandas de ropa que ya no le entran?). Mientras tanto, la historia de un niño y su toallón de hipopótamo... continuará! |
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