Nuestro finde de teepees, arcoiris en el living y picnics otoñales (según mi cámara y el iphone de Mariano)

Nuestro finde arrancó el viernes a la tarde: Hicimos un teepee, una tienda india para Amadeo, que es hiper fácil de realizar y la realidad es que... sólo la usó para sacarse estas fotos! Creo que de los tres, la más contenta con el teepee era yo, como suele suceder en esta casa. El resto del finde, los muchachos se dedicaron a hacer carpitas adentro de casa y jugar a la lucha: ah, no hubo un sólo día en el que Amadeo no se diera un porrazo con chichón en la cabeza: está imparable. Si alguien sabe de alguien que venda "sacabollos", por favor avisen, porque vamos a neceitar uno...

El sábado Mariano hizo hamburguesas caseras e invitamos a mi familia a degustarlas. Declaro en este solemne acto, que mientras mi freezer contenga hamburguesas caseras hechas por las manos de mi esposo, jamás volveré a comer una hamburguesa industrial.

A comer mirando dibus... Todos bajo las órdenes del soberano ninja...

El domingo amanecimos con una mañana preciosa, dormimos y descansamos un montón, pusimos música y descubrimos que podíamos jugar con los rayos del sol que entraban por la ventana. En esta foto estaba tratando de descubrir cómo los habíamos atrapado en un jarrón...

Hicimos pintitas de luz por todo el living...

Jugamos a atraparlas...

Y después probamos con qué otros objetos podíamos hacer reflejos... y descubrimos que los cds reflejan arcoiris!!!

Si, tuvimos nuestro propio arcoiris en el living!!!

Y a media hora de casa en auto, almorzamos en una parrilla al aire libre dentro del parque Pereyra

Chin chin de tomates, es una costumbre nuestra de todas las comidas...

Y nos comimos toda una parrillada!

Amadeo encontró otros comensales con quienes jugar...

Pero el mejor juego fue lanzarse desde un tronco para que papá lo atrapara... hay sensación más linda que volar y aterrizar en los brazos de quienes más te quieren?

Y después de comer, descansamos en el parque... costó que Amadeo se durmiera pero se planchó. Y en ese contexto de hojas caídas y árboles completamente rojos, la tarde nos regaló un sol dorado y templado y así, tarde pero seguro. le dimos la bienvenida al otoño.

Fotos Gaby Morales y Mariano Nesi