Nuestro finde de perritos callejeros, peluquería y bigotes de fibrón (según mi cámara)

La perrita que encontramos en la calle y estuvimos curando y cuidando está enorme y para no decirle "perrita" todo el día, le pusimos tentativamente "Pipina". Bueno, Pipina ya está fuerte, muy juguetona y llena de nergía... el único que más o menos le sigue el ritmo es nuestro otro cachorro, Amadeo, hasta que lo escucho gritar "Pipina, basta!". Y pide upa para que ya no le pueda morder los pies!

Se convirtieron en muy buenos compañeros de juegos, pero siempre pusimos en claro que Pipina está en tránsito; necesita un hogar donde puedan prestarle mucha más atención que nosotros, donde entre perros y gatas, ya sumamos seis mascotas que fueron llegando de la calle... para este viernes ya va a estar vacunada, así que si alguien sabe de alguien que esté buscando adoptar una mascota amorosa y juguetona, avísennos! La llevamos a la casa de su nueva familia con un bolsón de alimento!

La que no necesita alimento balenceado soy yo... o si? El viernes Mariano me hizo hamburguesas caseras y comí tanto que casi no pude dormir!

Amadeo pinchó los huevos fritos de los tres y se comió todas las yemas con pedacitos de pan! Si no fuera mi hijo, me sería imposible perdonarle semejante crímen!

Y el sábado fuimos a la peluquería "Los Campeones", donde corta el pelo Rubén, un genio total: mientras le corta el pelo a los chicos, los entretiene, les da conversación, va sacando juguetitos de todos lados para distraerlos (creo que también sería un buen mago!) y termina su corte con felicitaciones, aplausos, abrazos, besos, choque de cinco y caramelos! Casi casi que yo también quiero que sea mi peluquero!

Sufiendo de antemanos mientras esperaba su turno...

Por suerte nos acompañaron mi hermana y mi cuñado, para brindarnos a todos apoyo moral! jaja

Hubo un poco de llanto y mocos, pero cada vez gana más confianza y al final se relaja. Cuando Rubén daba los últimos recortes, Amadeo le dijo "Ya está" y ahí terminamos.

Y de premio por portarse tan bien, los tíos lo llevaron a los video juegos!

Y a la noche, comimos sanguchitos de pan casero en la casa de los abuelos! (si, creo que voy a necesitar alimento balanceado light para llegar al final de este embarazo caminando!)

Un aplauso para Mariano que es nuestro orgullo y el de su nutricionista!

Y el domingo, antes de ir a visitar a los padris, mis muchachos hicieron guerra de bigotes de fibrón: estoy segura de que ese no era el fin de la pizarra que le regaló su tía Luisi a Amadeo, pero algunas veces una madre tiene que dar un paso al costado (o detrás de la cámara) para que sus muchachos hagan de las suyas.

Venganza!!!!

No le quedó un look re parisino? je t'aime mon amour!!!

Fotos Gaby Morales