Hagamos de cuenta que Mariano y yo acabamos de comprar esta casa en Whangapou, diseñada por los arquitectos Neozelandeses
Crosson Clarke Carnachan. Tiene un portón frontal de madera que se pliega y la casa se abre al mar con dos puertas-ventanales de vidrio de dos pisos. Cuando quieran venir a tomar una caminata con aire salado y una copa de vino con una rica cena frente al fuego del hogar, son más que bienvenidos, pero avisen con tiempo, que los findes largos hay lista de espera :)
Soñar no cuesta nada, no? Y mientras acá en casa luchamos con un virus intestinal que, el muy maldito, eligió a Amadeo como víctima, fantaseo con que los tres tengamos los pies en la arena y gusto a sal en los labios...
Que tengan un adorable finde!
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