Leí un artículo de un piscólogo infantil que alentaba a padres y madres a reducir el número de juguetes de sus hijos a cinco o seies elementos, que sean sus favoritos: de esa manera, no se abruma al niño con opciones y se lo estimula a explorar todas las opciones de juego y a crear un vínculo con cada objeto. Creo que tiene sentido. Así que guardé la mayoría de los chiches de nuestro ninja y dejé a la vista sus preferidos... aunque en realidad también debería guardar todas las tapitas de gaseosas y las botellas y frascos de plástico vacías que encuentra: No se cansa de jugar con esas cosas: No sé si lo dije antes pero creo que salir a comprar juguetes, al menos para chicos de esta edad, es una acto que hacemos más por el placer que nos da a nosotros, los adultos, que para el mismísimo niño en cuestión...
Y me crucé con este corto magnífico sobre una familia y una caja de cartón: sus infinitas posibilidades de juego y el vínculo que toda la familia crea con ella. No se lo pierdan, la actuación del nene protagonista es maravillosa y me ayudó a recordar que las cosas (así, en general) son más simples de lo que pensamos.
Vía Colour Me There
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