Bueno, marzo viene siendo un mes duro para mi energía: entre mis clases de manejo, la adaptación de Gaspi al jardín, los cambios de humor de Amadeo que está creciendo y hay que acompañarlo con límites y el caos natural de nuestra vida y nuestra casa, llega la noche y siento que queda una versión chiquitita de mí misma... Por suerte y justo a tiempo, llegó un feriado XXL al rescate! Lo loco es que cuando estoy tan acelerada de cosas, llega la noche y termino caminando por las paredes, odiándome a mi misma por no poder dormir y aprovechar cada minuto de sueño... pero, hace un par de noches (desvelada y muerta de cansancio), leí sobre un estudio médico que, en busca de ayudar a los insomnes como yo, descubrió cómo desacelerar el cuerpo rápidamente: es tan simple que no le creí al principio pero cuando lo intenté, créanme que funciona! Es muy simple y es así: acostado en la cama, o donde vayas a dormir porque después no te vas a poder parar, tenés que inspirar contando hasta cinco, o sea en un ciclo de 5 segundos, retenés el aire en un ciclo de 7 y lo exhalás lentamente en un ciclo de ocho: automáticamente vas a sentir que tu cuerpo pesa, que te aplastás contra la cama y se te cierran los ojos! Es porque los médicos descubrieron que esta secuencia respiratoria es la más efectiva para bajar el ritmo cardíaco: recuerden estos números, 5, 7 y 8!
Además, estoy tratando de desacelerarme no sólo antes de dormir, y estoy dejando que la ropa Se siga amontonando... Pero volví a jugar en el piso con mis ninjas! Ah, y haciendo este mismo esfuerzo en mis clases de manejo, mi instructor me dijo que estoy manejando mucho mejor! No me había dado cuenta de que mi mente estaba tan acelerada que hasta manejaba rápido, y ni siquiera tenía un lugar al cual llegar! El auto te pide... Lo que dé! Jaja!
Qué tengan un finde adorable y aprobechen para desacelerar!
Foto Gaby Morales
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