Nuestro finde de telescopios, bisabuelas, pelis que llegan profundo y un día gris (según mi celu)

Primero lo primero: un retrato de mis hijos una vez por semana, todas las semanas:

Nuestro finde empezó el viernes, porque Mariano se tomó el día para ir a buscar a su mamá al aeropuerto, y nos enganchamos todos!

Entre el montón de regalos que llegó desde Miami, había algo súper especial: un telescopio! Amadeo, que está fascinado con el espacio y todo lo que tenga que ver con los fenómenos astronómicos, no podía contener su emoción! Así que mamá, la ensambladora oficial de cualquier cosa que llegue en partes a esta casa, se puso manos a la obra!

Y lo logramos! A altas horas de la noche, mi ninja cosmonauta y yo teníamos el telescopio listo! Los nerds sean unidos, esa es la ley primera! jaja

El sábado a la mañana fuimos en patota ninja a visitar a mi abuela, y jugamos juntos en ese patio que ahora disfruta de un merecido descanso pero que me vió jugar tantos domingos con mis primas y primos. Si, mucha melancolía y buenos recuerdos...

Mi abuela es la mejor jardinera del mundo, y con mucho orgullo les cuento que en los últimos años intercambiamos gajitos de plantas que cada una hizo crecer y crecer en su casa! 

Amadeo se fascina con los "panaderos" y los soplamos pidiendo deseos. Mi deseo es que por mucho tiempo más, podamos seguir viniendo a pedir deseos...

Las casas de las bisabuelas siempre tienen los mejores escondites...

Y a la tarde, Amadeo y yo nos tomamos un rato para tener una cita a solas! Es que... Gaspar siempre está en el medio! Será que con las vacaciones estamos juntos tooodo el día y está más pegote que nunca... al extremo de hacerme sentir asfixiada, por momentos: dormimos casi toda la noche abrazados y casi casi que el resto del día estamos igual, y sé que a Amadeo no le causa ninguna gracia... entonces aprovechamos cada vez que podemosestar solos, aunque sea para salir a comprar, tomar un helado y charlar de lo "pesado" que es su hermanito, jaja!

Desde que nació Gaspar, tenemos la costumbre de sacarnos fotos los dos solos en alguna de las cabinas que tenemos cerca de casa; tenemos una colección! Creo que su parte favorita es esperar y sacar las fotos cuando están listas!

Y también le perdimos el miedo al traje de robot que vemos siempre en un cotillón... esta vez lo tocamos y todo!

Después volvimos a casa y empezamos a usar su telescopio...

Creo que se decepcionó un poco porque creía que iba a poder ver planetas enteros y galaxias majestuosas como en las pelis y en la tele! Pero volvió la emoción cuando sí pudimos ver más claramente el brillo de una estrella y la punta de una antena que está lejos! Yo voy a tener que dar el ejemplo y no usarlo para espiar a los vecinos, jaja!

Y cuando anocheció, subimos al quincho y a la terraza para seguir mirando al cielo y para acompañar a Mariano mientras nos hacía un asado!

Nuestra terraza va tomando, de a poco, la forma de nuestro nuevo patio! Crezcan, plantitas, crezcan!!!

El mejor asador del mundo, pensativo...

Encontré unas estrellitas que habían sobrevivido al año nuevo, y las compartí con mis estrellas...

Cuando los ninjas se durmieron, Mariano y yo vimos esta peli, que hacía un montón que queríamos ver: Boyhood,  es una joya del cine moderno, y se filmó a lo largo de doce años para contar la historia de un chico desde sus seis hasta sus dieciocho!

Nunca ví una película tan personal: vemos el viaje de este nene hacia la adultez y cómo pasa la vida para toda su familia: su hermana, sus padres, la gente que lo rodea... no podés ver esta peli sin pensar en tu propio viaje: como niño, como joven, como adulto... y ahora también como madre. Les digo que me fuí a dormir y al otro día me sentí rara todo el día, con mucha melancolía y hasta tristeza (en mi caso, los días grises no ayudan) y recién hoy pude darme cuenta de cuánto la peli me había afectado. A veces las cosas me pegan así, son los pro y también los contras de tratar de vivir a corazón abierto... así y todo, se las recomiendo, es de esas experiencias que uno no se puede perder.

Con esa mezcla rara de cansancio, un poco de ahogo, y al mismo tiempo amor infinito y gratitud, no pude dejar de pensar en mi propio viaje: me quedan tantas cosas por hacer y siento que el tiempo es tan poco! Pero no me desespero: sé que es difícil pero ya voy a ir encontrando cada vez más espacios para equilibrar mi vida como mamá con mis espacios personales... es que ahora estamos metidos en esta caravana vertiginosa de cambiar pañales, intentar dejar el chupete, dormir mal, mirar soñando a las estrellas y seguir creciendo... ya iremos conquistando destinos, siempre acompañándonos en el viaje, familia ninja...

Fotos Gaby Morales (fotos de Boyhood, propiedad de Universal Pictures)