Después de recorrer las nueve esculturas, descansamos un ratito en la terraza con vista al río de la fundación, sin habar mucho, tal vez en silencio para no despertar a las figuras de su trance... es increíble como toda esta información queda registrada, y como dice nuestro pediatra, "todas las experiencias nos construyen". Unos días después de vsitar la muestra, en el súper donde hacemos las compras, había un queso gruyere gigante en exhibición y Amadeo me dijo "Mirá, un queso de Ron Mueck!" Te llevaría hasta el fin del mundo, ninja mío, para que veas absolutamente todo lo que este mundo tiene para ofrecerte... mientras tanto nos vamos conformando con ese pedacito de queso que comimos con uvas bajo el tilo del patio... nuestro propio pedacito de Ron Mueck imaginario!
En la fundación Proa se exhiben nueve esculturas que forman parte de una muestra más amplia que recorre el mundo a través de la fundación Cartier, y están entre nosotros hasta el 23 de febrero, cuando parten a Rio de Janeiro. Y, nobleza obliga, debe admitir que las fotos no estaban permitidas pero el celu de
Mariano en mis manos es un arma poderosa, jaja! Acá les dejo fotos increíbles, y oficiales, de algunas de las obras que no llegaron hasta acá, pero vale la pena ver aunque sea en fotos:
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario