Una tarde perfecta

Esta semana, antes de que volviera a diluviar, aprovechamos una tarde para ir a la plaza...

Y como siempre que vamos a una plaza, Amadeo se adhiere a un grupo de chicos o elije a alguien para seguir a todos los juegos: por lo general, siempre encuentra a un compinche para jugar y esta vez, encontró a una amiguita más intrépida que él... si gracias a que ella se cansaba rápido de los juegos, los recorrieron todos... hasta jugaron en el subibaja, del cual nuestro ninja no suele ser fan!

La muy pícara lo dejaba "arriba" y los dos se mataban de risa!

Fue muy tierno como se esperaban cuando uno de los dos se atrasaba en la subida para tirarse juntos por el tobogán

Me fascina ver cómo para los chicos, basta encontrarse con otro de, más o menos, su tamaño para abrir el juego. Pueden ser los mejores amigos por lo que dure ese momento!

Cuando la nena se fué, porque ya se hacía tarde, Amadeo se sintió un poco sólo... y ahí entró mamá ninja en acción! Qué pudo tener de especial una tarde de sol en una plaza donde todos (hasta Gaspar, estoy segura), sentimos que el mundo se detuvo y nos regaló ese momento para nosotros, para compartirlo con una niña extraña que estaba en nuestra misma sintonía? Me pregunto si alguna vez vamos a darnos cuenta de lo afortunados que somos, como si pudiéramos decir que una tarde, un momento de felicidad absoluta es algo pequeño, algo común...

Qué tengan un finde adorable, lleno de pequeños momentos que les llenen el corazón de alegría y gratitud!

Fotos Mariano Nesi