miércoles, 26 de noviembre de 2014

Nuestro finde de fiestas de espuma, piecitos que desaparecen y la librería más bella del planeta Tierra (según mi celu)

 Primero lo primero: un retrato de mis hijos una vez por semana, todas las semanas


El sábado Amadeo tuvo un cumple con fiesta de la espuma y todo! Tengo buenísimos recuerdos de noches de fiesta en Amerika hasta el amanecer, con barra libre, bailando con la espuma hasta el cuello, con una amiga que ya no podía ver y tanteaba cuerpos enjabonados a ciegas para encontrarme...ah, recuerdos! Ahora la espuma la comparto con niñitos de cuatro años, y me sorprende que la vida de vuelta tanto las cosas y... la pase igual de genial! Gracias, señora espuma por tanta diversión, ahora y antes! ;)

Hey, niño ninja... tírate un paso! jaja!
Mariano tuvo la brillante idea de incorporar una mesa y sillitas de madera para Amadeo y Gaspar, y se convirtió en su nuevo centro de operaciones: meriendas, comidas, pinturas... al fin liberaron un poco al sillón! Yo digo que parece una mesa del mini-restaurante del final de "Ratattouille"!
Siestas de domingo... existe algo mejor?

Vamos calentando motores para la fiesta de cumple de Amadeo con todos sus amigxs del jardín... y pidió expresamente (por no decir demandó) que la temática fuera de "Gravity Falls", su nuevo dibujito favorito: y resulta que es muy nuevo y para nenes más grandes, así que en los cotillones no existe nada todavía (les juro que tendría que haber tenido la cámara lista frente las caras de "LO QUÉ?" de las empleadas! jaja!), lo cual nos lleva a tener que usar la impresora y la imaginación!

Armado del banco de trabajo y herramientas, regalo del tío Sergio... me sentí un poco afuera del juego por no ser nene... ya les voy a recordar que el piso que pisan a diario lo puso mamá solita, che!


Después, un poco de guitarras imaginarias y pancitas cosquilludas hicieron salir el sol!

Fuimos a la plaza favorita de Amadeo y esta vez, Gaspar ya fué de la partida: con una mezcla de  alegría, orgullo y terror, ví desaparecer sus patitas de cabeza por el tobogán! Mariano lo esperaba abajo y yo lo recibía en la escalera arriba: así repitió el circuito unas veinte veces, hasta que los brazos de papá y mamá dijeron: Basta!


Juego al que iba Amadeo, juego al que iba Gaspar! Como dice nuestro ninja mayor, terminamos "moridos" de cansancio! A ver si tanto correr detrás de estos niños empieza a dar resultados de una vez!

Después de la plaza y un helado, fuimos al Ateneo Grand Splendid, una librería que supo ser teatro hace muchos años (en su escenario cantó Gardel y se proyectó la primer película con sonido en la Argentina!) y fué votada por un jurado internacional como la segunda librería más bella del mundo... déjenme decirles que hasta que no conozca a la primera, ésta es la número uno para mi!
Es tan hermosa que los ojos no se cansan de recorrerla! Y está llena de turistas que llegan a verla como un punto de atracción más de la ciudad!

El subsuelo está dedicado a la literatura infantil y juvenil, y es como una biblioteca donde todos los libros se pueden leer!



En un momento me di cuenta de que todos estábamos separados... cada uno había encontrado un libro para hojear... cada uno estaba en su mundo!

Mariano encontró este libro súper original: cada página da una idea diferente para hacer algo que atenta contra la vida misma del libro, pero suena muy divertido! El objetivo es que para el momento en que llegues a la última página, el diario esté casi destrozado!

Yo quedé embobada con esta versión de Madame Butterfly para niños (es posible tal cosa?), así que ya sé por dónde van a pasar Papá Noel o mi aguinaldo este año... 


Que una librería sea tan entretenida como el tobogán de una plaza, me dice que vamos por buen puerto... alcemos las velas de la imaginación y conquistemos el mundo, mi pequeño y majestuoso ejército de ninjas!

Que tengan un gran resto de semana!

Fotos Gaby Morales

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