lunes, 4 de marzo de 2013
Nuestro finde de uvas, perros de tres patas, aviones y horno de barro! (según mi cámara)
El viernes concluímos nuestra primer semana de adaptación a sala maternal, y Amadeo fue un campeón! El único problema es que... él quiere hacer todo! Si hay que repartir sombreros, si hay que guardar pelotas... hasta le agarra la mano a la "Seño Sole" y la quiere para él solo (y yo que tenía miedo de que no encontrara su lugar, bueno, se lo apropió!). Y ese día, merendamos con las uvas más dulces de este verano que parece que se despide. El sábado Amadeo almorzó con sus abuelos y jugó con Roberto, su perrito de tres patas. A la nochecita aprovechamos que andábamos por Ezeiza y fuimos al aeropuerto a mirar los aviones y soñar con futuros viajes (y Amadeo aprendió a decir "nasta" cada vez que ve una estación de servicio). Y el domingo almorzamos en familia en la casa de los papás de mi cuñada Paula, que tienen el jardín y la huerta más linda que vi en mi vida: mariposas por todas partes, frutos y hierbas medicinales maravillosas que me recuerdan que la naturaleza sabe mucho más de lo que creemos. Y lo mejor fue que: Comimos un súper asado hecho en el horno de barro! Además de las empanadas y pan caseros... Fué de lo más rico que comí en mucho tiempo y lo mejor fue pasar ese domingo tan raro (medio gris, medio soleado) con nuestra familia. Amadeo jugó a levantar maderas y nos morimos de risa con su "cara de levantar cosas muy pesadas". Y a la noche, hicimos nuestra primer tarea para el jardín: un collage para adornar la salita celeste. Y así pasó otro finde común y corriente... bah, como si a otro finde juntos, se lo pudiera llamar algo común...
Fotos Gaby Morales
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