martes, 31 de julio de 2012

Bitácora de viaje: Costa Rica, la selva y el volcán

Nuestro segundo punto a través de las rutas de Costa Rica fue el volcán Arenal, en San Jorge. Tiene una historia fascinante: en el año 68, un volcán más pequeño entró en erupción (hasta ese momento, los lugareños creían que era una colina) y despertó a su hermano mayor... y hasta hace dos años atrás, se podían ver hilos de lava hirviente cayendo por sus laderas. Al día de hoy, no se sabe cuando podría volver a entrar en actividad. Podría ser en 5 minutos o en 500 años...

Así se veía unos cuantos kilómetros antes de llegar al pueblo

Y cuando llegamos al hotel, nos llevamos una grata sorpresa: pensábamos que nos íbamos a encontrar con otra humilde cabañita... y nos encontramos con un resort bastante lujoso y hasta con piletas de aguas termales!

Desayunos continentales. Juro que traté de mantenerme fiel sólo a la fruta y tostadas mañaneras, pero cuando veía a los turistas europeos llevar sus huevos revueltos con salchichas, lo tuve que probar! (al menos, algunas veces, eje!)
Y subimos en teleférico a la parte más alta del bosque húmedo o nuboso, dependiendo de la altura (o sea, selva tropical más baja o más alta)

Desde ahí tuvimos una gran vista panorámica del lago artificial que se formó como represa.


Es casi imposible ver al volcán completamente despejado, algunos ni lo ven si hay demasiadas nubes, así que una vez más, considero que tuvimos bastante suerte..
Y antes de partir en caminata por el medio de la selva, a comer!!!

Y seguimos un sendero de 3,6 kms. Para ser honesta, ya al final de la caminata, pensé que no iba a llegar!

No sé si lo dije antes pero ésta fue la tercera vez que me encontré en una selva tupida de verdad (La primera fue en Ecuador y la segunda fue en Misiones) y la verdad, es que siempre me siento muy a gusto. Creo que algo de la parte de sangre guaraní que hay en mis venas me pide que vuelva pronto...

Amadeo arrancó el "paseo" matándose de risa, y con Mariano nos llamó la atención que a los cinco minutos ya estaba profundamente dormido... claro, pancita llena, los miles de ruiditos tranquilizantes de la selva y el suave mecer de la caminata de papá, resultaron en un somnífero infalible!


Nuestro ninja nunca se dió cuenta de que atravesó en la espalda de su papá cuatro puentes colgantes (cada uno más largo y alto que el anterior!)













Por suerte, volvimos al hotel y las aguas termales del volcán nos estaban esperando. Es increíble lo reparadoras que son: no sólo su temperatura, sino la cantidad de minerales que contienen, te relajan pero te energizan al mismo tiempo, y te aseguran un sueño de bebé (bueno, en el caso de Amadeo, casi... esa noche sólo se despertó un par de veces... glorioso para mi!)

Además, había una barra directamente en una de las piscinas, así que sin salir del agua, disfruté de un refrescante jugo de piña!

Gracias a un sobre de plástico hermético para cámaras que me prestó mi cuñada Paula, pudimos hacer fotos y videos submarinos!
También lo usamos para hacer pruebas y jugar con unos chicos de Bélgica, súper simpáticos.


Y tengo que admitir que éstas son sin dudas, algunas de mis fotos preferidas de este viaje. No me canso de ver a estos dos haciéndose mimos en el agua. En la primera foto, creo que Amadeo me dice telepáticamente "Desaparecé, querida. Éste es NUESTRO momento!" jajaja


Si, definitivamente, son de mis favoritas. Gracias también por esto, Costa Rica!
Fotos Gaby Morales y Mariano Nesi

Les dejo algunos posts de viajes anteriores, por si les interesan:

Bitácora de viaje: Ecuador (la selva me llama!) 

Bitácora de viaje: Nuestra escapada a Cataratas


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