viernes, 30 de noviembre de 2012

Felíz finde, les desean Gaby, Mariano, Amadeo y...

No podía aguantar más, tenía que contarlo!!! Una voz a mi derecha me decía" esperá unas semanas más" y otra a mi izquierda me decía "dále, compartílo que va a estar todo bien", y ya saben a cual siempre escucho!
Tenemos otro bebito en camino, y recién llegamos de verlo en su primer ecografía... y vimos el perfil perfecto de un miní bebé de diez semanas, así que Mariano y yo decidimos compartirlo. Uf... qué alivio, nunca fui buena para guardar secretos! Así que los cuatro (si, yo soy con todo derecho la vocera del más pequeño/a) les deseamos un muy felíz finde!

Bitácora de viaje: Berlín (frió y gris, che!)

Aunque sé que es un error hacerse grandes expectativas sobre cosas que todavía no conocés, me sigue pasando. Y me pasó con Berlín, y creo que puedo decir que la culpa la tenemos las dos: La ciudad es hermosa, moderna pero también es fría y distante. y como dije en el post anterior, me di cuenta de que no puedo separar a una ciudad de su gente: y en Berlín, el frío se siente, che. Me hizo añorar las caras amigables, el gesto bondadoso y casi imperceptible de los extraños en nuestras calles, el trato cálido o al menos, de igual a igual... Sé que soy muy sensible y ese modo distante e indiferente me hizo sentir bastante incómoda los días que estuvimos ahí...

Creo que fue una de las ciudades que más caminamos, básicamente porque nunca pudimos descubrir cómo pagar el transporte público, y lo intentamos, eh! Cada recorrido empezaba desde Alexander Platz, la estación más céntrica.


Miro esta foto y casi no me parece sacada con un celular... cómo extrañé mi cámara! Pero repito: el Iphone hizo un gran trabajo.

Nuestro niño ninja buscaba, en vano, amiguitos...

Desde esta torre icónica de la ciudad se puede tener la mejor vista panorámica. Los turistas españoles la llamaban "el pirulín" y a nosotros nos causaba mucha gracia cada vez que los escuchábamos.



Miré este afiche de una peli en la calle y algo me parecía familiar... era Celeste Cid!


En "la isla de los museos", bueno, se juntan varios museos sobre una pequeña isla en el centro de la ciudad. Me impresionó muchísimo el Pérgamo: tienen templos griegos enteros!

Pasamos por la entrada del museo de cera Madame Tussauds y nos encontramos con una Marilyn más viva que muchos berlineses!

Bici para 6...


Soy taaan tonta que cada vez que miraba este monumento, pensaba que iba a estar Bono de U2, como en sus mejores épocas, preparado para saltar a mis brazos como en este video. La tele sí que le quema la cabeza a una adolescente, no? jaja

Un plato riquísimo: una especie de albóndiga gigante en una salsa muy similar a la del vitel tone con purés de calabaza (y muuucha manteca!)

Uno de los atractivos que más me gustaron de la ciudad fueron los centros culturales con aires todavía "post caída del muro". Tienen todavía ese perfume a artistas clandestinos y miles de grafittis unos sobre otros









Grafittis que describen muy bien a la ciudad: ni un muñequito tierno y simpático dando vueltas...

Camino a lo que queda del muro, nos encontramos con estas cabinas de fotos que no podíamos dejar pasar! Los metí a Amadeo y a Mariano de un empujón!

Unos cinco minutos después, salió la foto

Igual que en las películas! Ahora está pegada con un imán en nuestra heladera... me encantan las caras de Amadeo, nunca entendió qué estaba pasando!

Llegamos al muro, y lo que fue en su momento un puesto de vigilancia y control

Y me fascinaron los murales y grafittis


Y las tiendas de diseño independiente!
Presten atención a estas fotos desde este ángulo: gente buena y normal...

Hasta que girabas un poquito y se mostraban tal cual son!

Caminamos mucho pero llegamos al mercado turco, y me traje algunas pequeñas cosillas para cuando, algún día, nos mudemos a nuestra nueva casa ( iba a ser en febrero, pero lo veo taaan verde!)


Se podía encontrar de todo, desde comida hasta mercerías gigantes a la interperie.Bueno, Berlín, me gustaste pero tenés que aprender a ser más amable. Hasta tanto, seguiré comiendo la versión argentina de tus salchichas!
Y ya sólo quedan dos ciudades para relatar: Praga y Budapest, pero son de lo más lindo! Quedan para la semana que viene.
Este finde está lleno de cumpleaños de gente linda pero sobre todo, espero con ansias el domingo, porque vamos a hacer el tan postergado picnic para festejar los dos años del ninja, así que si cruzan los dedos para que no llueva, se los voy a recontra agradecer ( y alguien sabe como se hace la famosa "cruz de sal"? cuenten!!!).
Que tengan un finde súper adorable y que puedan comer comida de cumpleaños (sanguchitos, empanaditas y demás delicias de copetín)!

Fotos Gaby Morales


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Bitácora de viaje: Amsterdam (tierra de tulipanes y ya tú sabes...)

Y un día, nos tomamos un tren y llegamos a Amsterdam. Me pareció una de las ciudades más lindas de nuestro recorrido, y me dí cuenta de que para evaluar la belleza de una ciudad no me basta con su historia, su arquitectura, sus paisajes... no puedo despegarlas de su gente. Y además de que es una ciudad que desborda historia, arquitectura y paisajes, su gente es súper cálida: a pesar del frío, todos (pero todos, eh!) están en la calle, en sus bicicletas, con sus hijitos a cuestas (a veces tres o cuatro chiquitos en una bici!), en la vereda de los cafés, charlando, riendo. Y todo eso me hizo pensar "mmm, yo podría vivir en este lugar un tiempito"

Nuestro hotel, modesto y cómodo, estaba súper bien ubicado, en una de las cuatro cuadras que rodean la "Plaza Rembrandt". Y metros, nomás, estaba el mercado de flores. Como no era época de tulipanes, te ofrecían los bulbos para llevar a casa y todo tipo de flores hermosas.

Con ustedes, las vedettes de la ciudad: No son sus edificios ni sus canales, son la bicicletas. Y son las dueñas del lugar: ocupan todo! Veredas, calles, puentes, por momentos no tenés por donde pasar, y son miles y miles, hasta donde alcanza la vista. Un día, pasamos por la facultad de Amsterdam y vimos tantas bicis, ya en cualquier parte, que para un edificio no tan grande, parecía que cada estudiante llevaba tres o cuatro por si acaso...




y aman los gatos. Fue la única ciudad donde los vimos por doquier. Y súper gorditos!

Los canales son mágicos. Después de Venecia, es la ciudad con más canales, prácticamente calles. Y sus casa flotantes tienen de todo: hasta terrazas con deck y sillones. En un paseo en lancha, no podía dejar de mirar adentro de estas casas, que tienen ventanales enormes, y sorprenderme de que... adentro llevan una vida normal! jaja


Una vereda cualquiera: bicis y más bicis.

Como casi toda la ciudad está contruída sobre terrenos ganados al pantano, en realidad, así son sus cimientos: pantanosos: eso hace que las casas, en su mayoría de madera y muy antiguas, tengan que estar en constante mantenimiento, lo que eleva el precio de de los alquileres, y en definitiva , el costo de vida. Aún así, la mayoría de las casas están bastante torcidas!

Detrás de esta iglesia antigua, está la casa donde vivió Anne Frank, que ahora es un museo. La verdad, quisimos entrar dos veces, pero siempre había tanta espera que decidimos usar ese tiempo para caminar la ciudad (y de paso, tenemos una excusa para volver!)

Fuimos a la primer fábrica de cerveza Heineken, ahora convertida en museo

Estuvimos dentro de un tonel gigante de cerveza. Si, hace cien años antes, hubiéramos estado cibiertos por 15 metros de cerveza!

Un bartender virtual inicia el recorrido. Entre máquinas antiguas y la más última tecnología, se hace un recorrido muy entretenido, pero tampoco waaaau.

Y en realidad, toda la historia es la excusa para llegar al momento de la degustación!



Los canales hacen el paisaje más que pintoresco... cuántas veces ya llevo usando el adjetivo "mágico"?

El "barrio rojo" es pura oferta de sexshops y si, vimos chicas que ofrecían sus servicios en unas vidrieras que estaban... frente a una iglesia! Hablando de la biblia y el calefón...

Ni hablar de los "Coffee Shops", negocios o barcitos donde se puede conseguir todo tipo de variedades de marihuana y hongos. Si este viaje lo hubiéramos hecho, digamos unos cuatro o cinco años antes, probablemente hubiéramos probado de todo, es parte de la experiencia de estar en esta ciudad y todo el mundo lo toma con mucha naturalidad (es corriente ver en la calle grupos de amigos, jóvenes y grandes, fumando o muertos de risa, ya saben por qué!). Pero ahora, somos papás de Amadeo y realmente cualquier pensamiento mínimode hacer algo que modifique mi capacidad de reacción, de alerta ante cualquier imprevisto, me hace anular la posibilidad de esa experiencia. Fueron buenas épocas, sin embargo (y las recuerdo con mucho cariño!).
Paseo en lancha. Vimos el atardecer y las luces de la ciudad encenderse desde el agua. Digan conmigo: Mágico!

Encontramos un mercado callejero de ropa nueva y usada. Y descubrí el lugar preferido de las chicas de las luces rojas para buscar calzado!

Se sabe que soy fan de todo lo "vinatge", y amo las ferias americanas y los mercados de pulgas; por suerte, en cada ciudad encontré uno o dos! Y si bien me traje algunos tesorillos que ya voy a mostrar, comprar ropa usada en Europa es casi imposible! es mucho más cara que la ropa nueva! Se cool en Europa no es para nada barato...


Uno de los puentes más antiguos de Amsterdam, todavía puede levantarse manualmente elevando sus cadenas (y si, acá también la gente dejaba candados de amor eterno... y si empezamos esta costumbre acá?

Una de las adaptaciones de bicis que vimos en la calle para llevar chicos. Lo de la sillita atrás, es cosa de niñitas!


  Otras bicicletas tienen adosado adelante un carrito con capota, donde vimos chicos hasta tomando sus sietecitas!


Más tiendas de cosas usadas y fabulosas... entendí que está bien que la historia tenga valor y su precio sea acorde, aunque yo no lo pueda pagar...


Lo Holandeses (en realidad los "Amsterdianos" o "Amsterdenses"?) son muy elegantes, y el diseño es en todo (por esta foto, estuve tentada en decir "a cada paso" pero me pareció mucho, jaja)


Nos llamó la atención encotrar muchísimas parrillas "estilo argentino". Definitivamente, para comer buena carne hay que mirar al sur...

No me alcanzan las palabras para agradecerle a la vida, o a quien sea, lo bien que la pasó Amadeo durante este viaje. Aún con el frío, ni un moco. Aún con los sabores extraños, comió de todo. Aún rolando por la calle todo el día, ni una queja. Si es posible, te amo aún más, niño ninja.



Fotos Gaby Morales y Mariano Nesi