Nuestro segundo punto a través de las rutas de Costa Rica fue el volcán Arenal, en San Jorge. Tiene una historia fascinante: en el año 68, un volcán más pequeño entró en erupción (hasta ese momento, los lugareños creían que era una colina) y despertó a su hermano mayor... y hasta hace dos años atrás, se podían ver hilos de lava hirviente cayendo por sus laderas. Al día de hoy, no se sabe cuando podría volver a entrar en actividad. Podría ser en 5 minutos o en 500 años...
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Así se veía unos cuantos kilómetros antes de llegar al pueblo |
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Y cuando llegamos al hotel, nos llevamos una grata sorpresa: pensábamos que nos íbamos a encontrar con otra humilde cabañita... y nos encontramos con un resort bastante lujoso y hasta con piletas de aguas termales! |
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Desayunos continentales. Juro que traté de mantenerme fiel sólo a la fruta y tostadas mañaneras, pero cuando veía a los turistas europeos llevar sus huevos revueltos con salchichas, lo tuve que probar! (al menos, algunas veces, eje!) |
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Y subimos en teleférico a la parte más alta del bosque húmedo o nuboso, dependiendo de la altura (o sea, selva tropical más baja o más alta) |
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Desde ahí tuvimos una gran vista panorámica del lago artificial que se formó como represa. |
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Es casi imposible ver al volcán completamente despejado, algunos ni lo ven si hay demasiadas nubes, así que una vez más, considero que tuvimos bastante suerte. | . | | |
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Y antes de partir en caminata por el medio de la selva, a comer!!! |
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Y seguimos un sendero de 3,6 kms. Para ser honesta, ya al final de la caminata, pensé que no iba a llegar! |
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No sé si lo dije antes pero ésta fue la tercera vez que me encontré en una selva tupida de verdad (La primera fue en Ecuador y la segunda fue en Misiones) y la verdad, es que siempre me siento muy a gusto. Creo que algo de la parte de sangre guaraní que hay en mis venas me pide que vuelva pronto... |
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Amadeo arrancó el "paseo" matándose de risa, y con Mariano nos llamó la atención que a los cinco minutos ya estaba profundamente dormido... claro, pancita llena, los miles de ruiditos tranquilizantes de la selva y el suave mecer de la caminata de papá, resultaron en un somnífero infalible! |
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Nuestro ninja nunca se dió cuenta de que atravesó en la espalda de su papá cuatro puentes colgantes (cada uno más largo y alto que el anterior!) |
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Por suerte, volvimos al hotel y las aguas termales del volcán nos estaban esperando. Es increíble lo reparadoras que son: no sólo su temperatura, sino la cantidad de minerales que contienen, te relajan pero te energizan al mismo tiempo, y te aseguran un sueño de bebé (bueno, en el caso de Amadeo, casi... esa noche sólo se despertó un par de veces... glorioso para mi!) |
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Además, había una barra directamente en una de las piscinas, así que sin salir del agua, disfruté de un refrescante jugo de piña! |
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Gracias a un sobre de plástico hermético para cámaras que me prestó mi cuñada Paula, pudimos hacer fotos y videos submarinos! |
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También lo usamos para hacer pruebas y jugar con unos chicos de Bélgica, súper simpáticos. |
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Y tengo que admitir que éstas son sin dudas, algunas de mis fotos preferidas de este viaje. No me canso de ver a estos dos haciéndose mimos en el agua. En la primera foto, creo que Amadeo me dice telepáticamente "Desaparecé, querida. Éste es NUESTRO momento!" jajaja |
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Si, definitivamente, son de mis favoritas. Gracias también por esto, Costa Rica! |
Fotos Gaby Morales y Mariano Nesi
Les dejo algunos posts de viajes anteriores, por si les interesan: