martes, 7 de abril de 2015
Noche de teatro: "La Madonnita"
El sábado pasado salimos al teatro, salimos al mundo! La ocasión, la gran vuelta a los escenarios de nuestros amigos y padrinos ninjas, lo ameritaba. Yo sabía que hacía tiempo trabajaban en una nueva puesta, pero no sabía casi nada: fiel a su estilo, Miguel Montalto se reserva los detalles que salen de su corazón, diseñados por su mente y perpetrados por sus manos y las de su partener de la vida, Mariano Pueyo: la realización de escenografía, vestuario y maquillaje es simplemente exquisita. No esperaba ni un poco menos que eso: hay gente que a sus amigos les devuelve una mirada piadosa, superflua... la mía es a veces despiadada y cruel, exigente... quiero que me den lo mejor, eso que sé que pueden, y creo que deben, dar. A riesgo de ser redundante, repito que este dúo no decepciona y juega a redoblar la apuesta.
Miguel elige para su regreso al teatro como director y responsable del diseño de producción, una obra que le sienta como un traje de sastre, de esos de antes: La Madonnita, de Mauricio Kartún, relata el triángulo de un amor que se vuelve tan ideal como imposible, inexistente como inolvidable. El elenco está compuesto por Alejandro Casagrande, quizás el actor más descarnado que haya visto esta ciudad... una se queda con la impresión de haber visto a una fiera que se transforma sobre las tablas, que ha dejado absolutamente todo en su alquimia de transformar el texto en carne viva... y entonces aparece Mariano Pueyo, un actor astuto, que juega el juego que imaginó Kartún en su obra... nos deja preguntándonos si su Basilio es siniestramente estúpido o estúpidamente siniestro. Ella, el objeto de los deseos de la belleza de su carne, es Celeste Feilberg, cuya belleza estatuesca, de muñeca de porcelana un poco rota, refleja con ojos muertos la desesperación de haberse convertido en un recuerdo, aun en vida... recomiendo inmensamente esta obra, porque es de las que difícilmente se ven fuera del circuito teatral de capital y es como un regalo para los que vivimos de este lado y apreciamos la calidad y la belleza del buen teatro. También les recomiendo que se apuren, porque sólo quedan seis funciones. Ah, como si fuera poco, la entrada es a la gorra, pero van a ver que la mano no va a dudar en agradecer generosamente el espectáculo que vieron cuando tomen sus billeteras.
La sala teatral de la Casa de Arte Doña Rosa se encuentra sobre Colón 279, Quilmes, y pueden hacerse reservas al 4224- 7270. Funciones sábados a las 21 y domingos a las 20 hs.
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