lunes, 9 de febrero de 2015

Bitácora de viaje: Nuestras vacas de ríos, sierras, cabañas y encuentros inesperados en el Valle de Calamuchita


Como siempre que llegamos a un lugar a descansar, llevamos lluvia y tormenta! jaja! Al rato de instalarnos en la cabaña que alquilamos en Santa Rosa de Calamuchita, donde hicimos base central, hubo una tormenta de granizo que duró 40 minutos!
Pero una de las maravillas de esta zona, es que las tormentas son rápidas y pasajeras, y al ratito sale el sol o la tarde queda nublada pero cálida, ideal para salir a caminar y para... sacarse selfies! Nótese como Woody aparece en la mayoría de las fotos menos en la de los ríos, para su seguridad: un día Mariano me dijo "Que se me pierdan el registro, los documentos, la plata, que me roben el auto... pero que no le pase nada a Woody!" jaja

Santa Rosa de Calamuchita es la ciudad más grande cerca del pueblito donde estamos, desde hace cinco años, construyendo nuestra casita cordobesa en "El Durazno"
La calle que lleva a nuestra casa
Una de las peripecias de construír a la distancia, es encontrar gente de confianza, cosa que no nos pasó del todo, pero, de todo se aprende! Aprovechamos este viaje para cambiar de constructor y creo que esta vez sí la casa va a estar habitable en unos pocos meses... es que falta tan poco!

En cuanto el baño esté terminado y funcionando y el entrepiso esté instalado, ya vamos a auto-okupar nuestra propia casa! Es enorme porque nos la imaginamos llena de gente todo el tiempo!
Aunque recorrimos varios ríos, mi favorito sigue siendo el nuestro. Hay una playita ideal para los chicos y unos metros se forma una olla profunda para los grandes
Una intimidad: a Gaspar lo "hicimos" en un viaje a Córdoba, por eso se le mueven solos los piecitos cuando escucha cuarteto...  lo lleva en la sangre! jaja



Si bien en todos los balnearios Amadeo encontró con quien jugar (al principio, cuando veía a un nene o a un grupito de chicos, yo lo ayudaba a presentarse y a preguntar si podía jugar con ellos, pero en los últimos días, ya se conseguía amigos solito!), en la playa del Durazno encontró a las mejores amigas de este viaje!


Siempre los más blancos de la playa! jaja!
Mateando junto al río! Gaspar está adicto al mate, al punto de acercarse a otras personas si veía un termo! Y lo toma caliente y amargo como su papá! jaja
Después de las lluvias, como los ríos estaban muy crecidos y peligrosos (son aguas que hay que respetar, a mayor altura, tienen una fuerza increíble y te arrastran aun con poca correntada!) nos quedamos en una playita de Santa Rosa, donde Amadeo conoció a otro amigo Cordobés y nosotros charlamos muchísimo con sus papás. Me encantan estos encuentros inesperados donde nos colgamos charlando horas con gente desconocida y aprendemos un poquito sobre cómo viven. Tan diferentes y tan parecidos...



Noche de asadito y fernet en el patio de nuestra cabaña. Aunque vacacionar con dos pequeños ninjas te deja la sensación de que necesitás vacaciones de nuevo, se portaron genial y las disfrutamos todos! 

También estábamos muy cerquita de Villa General Belgrano, y un día nublado aprovechamos a dar una vuelta
Amadeo aprendió a pedir un deseo en una fuente, aunque la parte de embocar la monedita en el agua costó bastante, se le iba para los costados, jaja!
Más selfies! 
Risitas cómplices! ver a mis ninjas compartir juegos y momentos en que sólo ellos saben de qué se ríen, hace que todo lo demás desaparezca... incluso el precio de la cuenta del almuerzo! Mi recomendación es que paseen por Villa General Belgrano pero coman en otro logar porque es injustificadamente carísimo!
Cerquita de Villa general Belgrano, que no tiene río, se encuenta "Los Reartes", un pueblito con un río bastante salvaje pero hermoso! Esta vez no pasamos por el centro, pero lo pueden ver en este post, es muy antiguo y pintoresco!

Las siestas en el río son lo más...

Y los pastelitos de los vendedores ambulantes, también!!!

Lo que nunca pudimos lograr en casa, lo logramos en Córdoba! Mi hermano, mi cuñada, mi prima Ceci y su pareja Damián, estaban en distintos puntos de Villa Carlos Paz y pudimos reunirnos a pasar el día todos juntos! En casa vivimos a diez minutos y nunca concretamos nada, pero como dice Cecilia, la magia de Córdoba todo lo puede, jaja!
Villa Carlos Paz es una locura de gente y de embotellamiento, así que por recomendación de los chicos, buscamos un balneario un poco más alejado que se llama "Cuesta Blanca". Nos encantó!


Amadeo jugó con Dami que jugó con un perro que jugaba a que le tiraran un palo al río! jaja!
Tomamos heladitos!


Y uno de mis momentos favoritos: La cara de Amadeo cuando sintió como se mueve su primita en la panza de la tía Pau! Miren que yo llevé a dos ninjas movedizos pero nuca sentí a un bebé moverse así! No puedo creer que ya falte poquito para que llegue nuestra Mechi!

Cuando volvimos, el GPS nos hizo dar la vuelta por las altas cumbres al atardecer... tuvimos una vista privilegiada!
De compras por Santa Rosa...
Mariano le hace cococho a Amadeo, que le hace cococho a Woody!

Y partimos hacia nuestro último río: Río grande

Montañas, mucha tranquilidad y un río hermoso

Hay un camping con un restaurant donde se como genial y a muy buen precio. Tip: las papas fritas entraron a mi top 3 de las más ricas del mundo!
Y hay un mirador con una vista alucinante del río y las montañas!
Estos dos...
No me canso de verlos juntos!
Ni me canso de las siestas en el río! Me cuesta creer que Gaspar esté creciendo tan rápido!
Nuestra última noche en Santa Rosa de Calamuchita
Fuimos a comer como Dios manda: a "La pulpería de los Ferreyra"!
Y la mañana siguiente, empacamos para volver: Gaspar se tiró encima un paquete de galletitas en la cama y rodaba como si fuera la escena de Demi Moore con un millón de dólares en "Propuesta indecente"! jaja Con permiso de la señora que nos alquiló la cabaña (se llama Heidi!!!), me traje gajitos de plantas que puse en macetas!
Gracias, Córdoba! Seguís ayudándonos a construir recuerdos increíbles como familia rodante... nos vemos pronto!

Fotos Gaby Morales

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