Hace poco salí con mi marido a recorrer jugueterías, sólo por el placer de mirar qué hay con la excusa de la llegada de Amadeo (Si! Frijol ya tiene nombre oficial!). La verdad, me pareció que la industria del juguete está bastante estancada, no vi muchas cosas didácticas o copadas, todo me pareció muy caro y terminé llevándome un sonajero de $ 8 que fue lo único que me gustó, y además no quería irme con las manos vacías. Mi amiga Emma me contó de un caballito de palo de madera y cabeza de peluche que está buenísimo y por ahí pasan los juguetes que me gustan, porque estimulan más la imaginación y tienen esa onda casera y artesanal... yo tenía una barbie, pero mi parte favorita de jugar con ella era armarle toda la casa con frascos, envases, cajas y cosas que encontraba por ahí... me parece que tendremos que recorrer ferias para encontrar juguetes así, que no den todo servido. En internet encontré este robot que está buenísimo porque es sencillo, no bélico y además hace poses de break dance!
