Gracias al único programa que Amadeo mira en el Disney Channel (Topa, copáte y pasáte a Paka Paka!), no pudimos escaparle a las publicidades para chicos y es la primera vez que Amadeo pidió algo específico para el día del niño: zapatillas con luces! Bueno, los abuelos les dieron el gusto a él y a Gaspi y se las regalaron, entonces como el pedido ya estaba cumplido, me sentí libre de ir a la juguetería a comprarles lo que yo quisiera para este domingo, y ya al quedarme parada en la vidriera (uno de mis placeres secretos de toda la vida), algo me hizo sentir incómoda: cada vidriera de la juguetería, una a cada costado de la puerta, dividía los juguetes de nenas de los de nenes. Cada uno tenía su vidriera bien definida: en la vidirera de las nenas predominaba el rosa, las princesas, sets de maquillajes, los peluches, los juegos de cocinas, planchas, palitas y escobas, bebotes... en la vidirera de los varones estaban todos los colores, dinosaurios, bloques de construcción, superhéroes, juegos de química y de magia, rompecabezas, autos... y me quedé pensando: Qué, estamos en los años ´50 y nadie me avisó? Cómo es posible que las familias que estamos cambiando el paradigma del rol de la mujer no reparemos en esto? Sé que los cambios culturales son lentos y paulatinos, pero pienso que en esta juguetería se pasaron... qué hago? Voy y se los digo y corro el riesgo de convertirme en una especie de esposa del reverendo Alegría de los Simpson al grito de "Qué alguien piense en los niños... y en las niñas!? Bué, bajo un cambio... en nuestro hogar, Mariano y yo nos repartimos todas las tareas de la casa, y hasta hago el mea culpa de que yo desordeno más que él, pero la repartija es pareja, y eso es lo que quiero que mis dos hijos varones aprendan de nuestra dinámica familiar cotidiana: vivir en un hogar limpio y tener ropa lista para usar es responsabilidad de todos. Y esta forma de vivir el día a día familiar también se traduce en los juguetes y juegos, porque los chicos no tienen prejuicios si no se los imponemos nosotros: Amadeo siempre jugó con muñecas, al principio eran bebés, y me daba mucha ternura como les ponia el chupete y los hacía dormir, y ahora es Gaspi quien les da de comer pizza a esos bebitos que Amadeo tiene un poco olvidados. Un juego que comparten es la cocina: heredamos de la hermana de Mariano una cocinita con heladera y microondas que usan un montón para jugar al restaurant (Amadeo juega a cocinar y después maneja un remís, en estos tiempos hasta jugando hay que tener dos trabajos, jaja).
Además de Woody, en casa Jessie es igual de valiente! Y Tinkerbell aprende de sus errores y soluciona los problemas en sus películas. Por qué privar a nuestros hijos de modelos femeninos fuertes, inteligentes y valientes? A todos los que tengan niños y niñas y estén leyendo estas líneas, mi pedido es no criemos mini machistas, que sean libres de estos prejuicios y que sean más libres en sus vidas, en general.
A Mechi, mi sobrinita de cinco meses, le prometo una infancia llena de bloques de construcción, juegos de magia y de química, autitos para que maneje súper bien como su mami y no les tenga miedo como su tía, dinosaurios y súper heroínas. Y a mis ninjas, les prometo libertad para elegir a qué jugar.
Fotos Gaby Morales
Tienen planes para el domingo? Van a regalar algún juguete o van a hacer felíz a su niño/niña interior? Que tengan un finde adorable! Y felíz día del niño y de la niña!
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