lunes, 31 de agosto de 2015

Nuestro finde increíble en el CCK (según mi celu)

Primero lo primero: un retrato de mis hijos una vez por semana, todas las semanas...



Este domingo aprovechamos la primavera regalada antes de tiempo (pero nos la súper merecíamos, no?) y fuimos al Centro Cultural Kirchner, donde históricamente funcionó el Correo Central. Yo sabía que desde hace años se viene llevando adelante una obra faraónica de nivel internacional, pero otra cosa es estar ahí, vivir la experiencia de que el arte se vuelva algo que puede ser cotidiano, placentero y accesible para todos.


Llegamos sin saber bien qué hacer pero justo salía un grupo a una visita guiada y nos sumaron: fué genial porque el lugar es enooorme, pero los chicos del "tour" te guían por el edificio, que es gigaaante, y te orientan según tus preferencias sobre lo que podés hacer o visitar. Como nos dieron acreditaciones (los grupos guiados acceden a lugares donde no podés acceder por tu cuenta), Amadeo se tomó súper en serio el recorrido, revisando que a nosotros no nos faltara la nuestra en ningún momento, jaja!


Desde el segundo piso pudimos ver a los "susurradores de historias"
La arquitectura de época está finamente restaurada: Gaspar no dejaba de mirar el vitral del techo con mucho asombro!

En lo que fuera el despacho del director general, se recrea el pasado: fué muy loco pero divertido explicarle a Amadeo lo que era una carta!


En uno de los auditorios, equipados con la mejor tecnología audiovisual, nos mostraron cómo las salas son como grandes cajas de maderas dentro del edificio, y fueron construídas de esa manera por cuestiones acústicas y de preservación: es increíble pensar que en la estructura original del edificio no pusieron ni un tornillo gracias a esta técnica!
Amadeo y Gaspar estuvieron súper atentos a las explicaciones del guía, mis dos ninjas se portaron como dos caballeros curiosos! Los amo tanto por eso!
En los pasillos, entre sala y sala, pasa de todo: un mago hacía reír a los chicos y grandes con trucos rápidos y mucho carisma


Sobre la gran Ballena Azul, la sala de acústica sinfónica y una de las más importantes del mundo, hay un patio gigante desde donde se aprecia todo el edificio: desde afuera no parece tan grande pero desde adentro parece una ciudad!

Acá terminó nuestra visita, y el guía nos dijo sabiamente que este lugar sólo es posible si lo usamos, si lo hacemos nuestro, y así será: en nuestros viajes, sobre todo en Europa, recorrimos espacios culturales en grandes museos internacionales y un poco sentíamos que a Buenos Aires se le debía un espacio como este: tan moderno, tan apasionante, tan para nosotros!


Una de las cosas que más me gustó, es la organización y la atención de los guías de cada actividad: cuando llegamos a la sala de construcción de personajes de Zamba, la chica que estaba en la puerta nos invitó a jugar con gran entusiasmo, y obviamente aceptamos esa invitación!


Sobre una placa de madera, hay muchísimas partes de cuerpos de los personajes de Zamba para crear tu propio personaje


Mi mezcla de Juana Azurduy, niño que lo sabe de todo, casco de Fangio, brazo de San Martín y brazo de Zamba, a Amadeo le causó mucha gracia!



Hay un taller al que llegamos casi al final pero al que vamos a volver pronto: con diferentes elementos, los chicos arman instrumentos que suenan de verdad! Terminan tocando todos juntos y se los llevan a sus casas!!! Yo, digo, nosotros queremooos!!! jajaja



La Ballena Azul, desde afuera: muero por ir a un recital: intenté reservar entradas online pero se agota todo en cuestión de minutos: sin embargo los guías aconsejan jugarse a ir a buscar entradas remanentes unas horas antes de los shows, parece que siempre hay muchas disponibles, porque reservar una entrada no es lo mismo que ir a ver la función y mucha gente no las retira... lelos!!!


Sí pudimos participar en el espacio de creación de letras y palabras! Todo está pensado para estimular la creatividad y es un gran espacio para compartir en familia!


A este papá ninja no le alcanzó la visita; antes de irnos ya le preguntaba a los guías los horarios de talleres y funciones, y también lo amo tanto por eso!



Taller de barriletes latinoamericanos: con este barrilete, volamos todos de la mano!

Otra sala de Zamba dedicada a grandes artistas
Armamos rompecabezas de grandes artistas, o mejor dicho, con Gaspi los desarmamos...

Debajo de la Ballena Azul hay un océano de peces flotantes... este espacio invita a jugar, a saltar, a intentar alcanzarlos, a correr...

Así, en la vida, ayudándolos a alcanzar sus sueños...

Amadeo me desafió a una carrera de ida y vuelta hacia en fondo del océano que, obviamente, perdí!
A jugaaar!!!
Porque el arte no es arte si no es para eso, para que nos haga libres, no?


Cuando nos íbamos, una chica nos susurró un cuento! Fué una experiencia tan linda que ya conseguí en el negocio de telas que está al lado de casa, dos tubos para hacer nuestros propios susurradores!

Disfrutamos enormemente esta visita, y lo mejor es que nos dejó con ganas de volver por más, porque el clima es muy estimulante: en todas partes había gente haciendo cosas interesantes, viendo distintos espectáculos, y todo sucedía al mismo tiempo! Vayan, que sea nuestro, no se lo pierdan!

Que tengan un gran comienzo de semana!


Fotos Gaby Morales