viernes, 16 de septiembre de 2016

Nuestros días de mocos, escondidas, picnics, amigos y un museo de juguetes!

Primero lo primero: un retrato de mis hijos una vez por semana, todas las semanas:




La semana pasada pasamos unos cuantos días de encierro con fiebre, tos y mocos por partida doble... como si el frío no quisiera despedirse sin un regalito final. Deje nomás, señor invierno, para la próxima no se moleste, que en esta casa lo tenemos bastante presente! Por suerte, mi mamá pasó a visitarnos y a jugar a las escondidas. No hay catarro que no se afloje cuando una abuela viene a jugar!

No recuerdo exactamente de qué estaban hablando en esta foto pero intuyo que de alguna manera, Amadeo se salió con la suya para ganar aunque lo hubieran descubierto: parece ser una de sus especialidades por estos días!

Y un poco de nebulización para no perder la costumbre... esta co-producción en papel quedó divina, creo que la voy a enmarcar y colgar en la habitación de mis ninjas, aunque también puede ser un buen regalo para la abuela... mmm, me parece que me gana el egoísmo y me la quedo para mí, jeje.

Y cuando ya salieron ambos ninjas del reposo, Amadeo me reclamó la concreción de algo  que nos venía pidiendo desde hacía unos días: comenzar su propia huerta! A veces no sé de donde salen esas ideas, porque encima (al contrario de Gaspi) a Amadeo le cuesta muchísimo comer verduras... me gusta pensar que tal vez se esté contagiando de mi amor por mis plantas, de verme cuidarlas, comentarle con preocupación a Mariano cuando algún bicho me las daña, cuando busco remedios caseros para curarlas y celebro esas pequeñas victorias... no sé, la cuestión es que tengo un ninja jardinero por motus propio y no podría estar más felíz!

Fuimos temprano al vivero que está a la vuelta de casa y compramos una maceta grande y plantitas de lechuga, berenjena, tomate y perejil (con todo lo negativo que puede venir con vivir en el centro de Solano, también viene lo invaluable de tener absolutamente todo lo que necesitás a una cuadra!) y como  el bolsón de tierra era muy pesado, le pedimos a Mariano que nos lo trajera al volver del trabajo. al final, resultó ser una tarea familiar: Gaspar colaboró desparramando tierra por todos lados y todo.

Me encanta esta foto, me encantaba ver cómo Amadeo disfrutaba de hundir sus deditos en la tierra, me hacía acordar a una escena de la peli "Amelié". Oh, los pequeños grandes placeres de la vida...



Mientras tanto, Gaspi se armaba una pista todo terreno para su camioneta 4x4!

La cara de satisfacción de Amadeo cuando terminamos, no tuvo precio! Se animará a comer su nueva cosecha? 

Y después de una mañana de trabajo en nuestra terraza, en la tierra y al sol, así quedaron mis ninjas: sucios y completamente sudados! No tuvimos opción: baño y pase directo a la pelu a cortar esos peluquines!

Cuando llegamos a la pelu de Rubén, el peluquero de los ninjas de toda la vida, había y no miento, más de quince chicos esperando! Simplemente, ya ni siquiera llegábamos antes del cierre, así que Mariano recordó una pelu que había visto cuando fuimos al pediatra y nos lanzamos a la aventura: gratamente descubrimos a Gustavo, que con la misma dedicación y buena onda que Rubén, hizo de los cortes una experiencia divertida, y además nuestros ninjas quedaron súper cancheros y modernos: antes de que yo le dijera nada, me dijo "Tienen pelos muy diferentes" y nos aconsejó el mejor estilo para cada uno. Sos un genio, Gustavo: ya nos ganaste como clientes!

Yo no sé si habrá sido el corte de pelo, la recuperación post-mocos o como dice nuestro pediatra "la ansiedad oral de los 6 años", pero Amadeo está voraz! Déjenme que lo repita para que se entienda mejor: VOOO-RAAAZ!!! Se empieza a notar en sus cachetitos más redondos, jaja!

y al otro día, el domingo pasado, con un clima perfecto, nos encontramos con amigos en el parque del Museo del Juguete en San Isidro: Cómo necesitábamos aire libre después de esos día de tormenta horrible, antibióticos y nebulizaciones!

Cuando se tiene tanto estilo, es imposible contenerlo, jaja


Mi ninja está en plena etapa de caballeros, espadas y armaduras!

El restaurante del parque, sinceramente, no es muy recomendable. Pero qué les importó a los más pequeños si había reliquias de juegos de parque de diversiones para jugar! 

Un asco de mugre por dentro, pero ellos, chochos, jaja! nada que un poco de jabón y alcohol en gel no pudieran solucionar, por suerte.

Después de comer, fuimos al Museo del Juguete. Me encanta cómo estos niños prestan atención a las indicaciones cada vez que vamos a un museo o a algún recorrido con guía. Me llenan de orgullo con su respetuosa curiosidad. Y que alguien me ataje el corazón porque no puedo creer lo grande que parece Amadeo en esta foto!

Lo mejor del lugar es que pudimos volver a ser chicos!

Y qué es un hijo sino la mejor excusa para volver a transitar la infancia? En este paseo también conocimos a Maru, la novia de nuestro amigo Mati "Pela"y nos enamoramos de su dulzura y de su sonrisa!

Descubriendo chiches caseros. No sé ustedes, pero hay palabras que simplemente me encantan: Siempre digo "chiches" en lugar de juguetes! Pobre Gaspi, tenía la oreja hinchada por una picadura (como si de por sí, esas orejitas necesitaran más volúmen, jaja)

Hablando de ser nuevamente niños: Campeonato de baleros!




Mi muñeca favorita del museo: la compartí en Facebook porque simplemente quiero ser como ella! Su pelo, su vestido, sus zapatitos y... su cámara analógica! Me hace pensar que no terminé de madurar mi concepto de estilo si mi musa es una muñeca vintage... o si?


Y de repente, apareció la colección de playmóbiles de Mariano que tenemos en casa! Se convirtieron en los favoritos de esta familia, y ya ampliamos la colección con los modelos nuevos, que gratamente incluyen mucha diversidad: al fin los muñequitos y muñequitas vienen con muchos tonos de piel y colores de pelo diferentes!

Bueno, para ser sincera, algunos muñecos también eran un poquito... escalofriantes! jaja

Paradojas e injusticias: una fábrica de de bicicletas y triciclos para niños en los años ´30 donde trabajaban... niños.
Merienda en el parque: estos momentos de verde, sol y amigos me cargan de energía vital. Simplemente me doy cuenta de que necesito estos momentos en mi vida.

Hablando de momentos: ese momento de la vida en el que tus hijos y los hijos de tus amigos se hacen amigos, es lo más! Podría no pasar, pero Gaspi y Nico ya esperan con ansias cada vez que nos vemos!



Me encantan estas fotos y que la amistad de Mariano y Mati (el otro, jaja) también se haya transmitido  genéticamente. Por más parques, picnics y amigos al sol! Oficialmente, comenzó la temporada!
Fotos Gaby Morales


Tienen planes para mañana y pasado? Nosotros vamos a celebrar el cumple de Mariano, wooo-wooo!!! Que tengan un finde adorable!

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